Todos juntos somos Cuba
Agosto 10, 2017
Cada día, me dispongo a hacer bien mi trabajo. Mi vecina, a quien respeto mucho, sale de su casa muy temprano con igual voluntad. Yo trabajo en un pequeño restaurante privado, ella trabaja para una empresa estatal, ambas somos trabajadoras y nos desempeñamos con responsabilidad POR nuestra cuenta.
Es nuestra la decisión de acometer la vida cada una con sus necesidades, sueños, nivel educacional, pero sobre todo con la actitud que nos definirá después en el contexto social cotidiano, vamos dejando huellas por cuenta propia.
La historia de nuestro amado país también se ha escrito con pinceles en las manos generosas y valientes de trabajadores autónomos o privados, dueños de tierras, mercados, talleres, pequeños o grandes negocios que asentaron nuestra nacionalidad y lucharon con lealtad y amor a toda prueba para hacer un país mejor, independiente, soberano. Millones de trabajadores autónomos en el mundo, incluidos los cubanos, entregan no solamente su buen trabajo sino que contribuyen con sus aportes tributarios al respaldo económico que el Estado requiere para garantizar a todos por igual la dignidad plena.
Trabajadores orgullosos y comprometidos, cubanos todos, eso somos los que en empleos privados o estatales, nos disponemos cada día a vencer las dificultades y hacer bien nuestro trabajo. Todos juntos somos CUBA.
Hacerlo bien
Julio 15, 2017
Los cubanos debemos y tenemos que alegrarnos del éxito y la prosperidad honesta de otros cubanos porque eso nos ayudará a agilizar el paso en pos de un mejor país para todos. Habilidades, conocimientos y autoridad ejercidos en cualquiera de las actividades que realizamos, deben contribuir a que otro cubano avance y lo haga mejor, así todos saldremos ganando.
Algunos «Inspectores» sin embargo, que tienen la gran responsabilidad de supervisar los negocios gestionados por trabajadores por cuenta propia, lo hacen a deshora, con actitudes irrespetuosas, presiones desmedidas y visible presunción de hallarse ante un posible infractor, provocando con ello soluciones incorrectas que en muchos casos se consiguen por desconocimiento de las leyes y los derechos. Esto hace daño, mucho daño, porque Cuba nos necesita a todos en este nuevo camino que estamos aprendiendo a transitar.
A estos que no enseñan ni procuran sumar a lo bien hecho, que desestimulan y amedrentan, debemos con firmeza «cerrarles la Muralla», como escribió Nicolás Guillén, y junto con ellos a los que gestionan sus negocios con dudosas artimañas y que solo estigmatizan negativamente a los trabajadores honrados por cuenta propia, que están participando con gran esfuerzo en la vida cotidiana y con los que el país cuenta para bien.
La batalla por Cuba próspera y sostenible se gana con las armas de la Unión, de la consideración y solidaridad entre nosotros, de la aplicación ágil de la ley, pero para todos por igual, con la práctica de la moral responsable que emana de un buen ejemplo, y no con la inadmisible «poda» de motivaciones y oportunidades, por parte de algunos que usan sus atribuciones para conseguir resultados diferentes a los que se necesitan.
Hay que estudiar y aprender a exigir los derechos con actitudes dignas de cubano a cubano. Hay que sembrar confianza, respeto, esperanzas y que esos árboles crezcan frondosos para que den sombra y protección a todos como una sola familia: Cuba.
¡Viva Cuba!
Junio 26, 2017
Han pasado algunos meses desde que nuestra web se presentó oficialmente. Desde entonces he tratado de iniciar muchas veces esta sección para desde ella compartir mis motivaciones y preocupaciones, con el mejor de los ánimos y el corazón por Cuba.
Cada día un tema me llevaba a otro, relacionándose y revelándome aspectos tan importantes como en el anterior. Así «pasaban los días» escribiendo, si, pero a su vez volcada en el quehacer cotidiano de «Hecho en Casa» porque también desde lo que hacemos puede crecer el país.
La «moda por Cuba», que ahora está de moda para casi todo el mundo, debemos presumirla los cubanos primero que otros y he aquí mi motivación y ocupación: lo cubano, lo nuestro, porque Cuba nos tiene que venir bien a todos y no solo a un grupo de nosotros o a los que nos visitan. Es cierto que muchos de ellos vienen a ver y a disfrutar, siendo mesurados y respetuosos, pero otros lo hacen con impunidad en el uso y abuso de nuestras bondades y carencias, enriqueciéndose incluso de ellas para después hablar de nuestros fallos. Mención aparte, que ahora no abordaré, es el daño que considero peor y es el que nos hacemos nosotros mismos .
Destapo entonces la cazuela desde donde saldrán estos «escritos a fuego lento». Desde esta cocina llamo a los cubanos de bien, donde quiera que vivan, para juntos recetarnos alimentos que nos animen, restablezcan y contribuyan a recordarnos que somos lo mejor y más valioso de esta isla y que debemos enaltecer solo al que nos respeta y prestigia. ¡Viva Cuba!